«La tierra es un ser vivo con billones de ciclos biológicos en continua interacción, donde todo guarda una relación simbiótica que depende del mutualismo para el equilibrio vital. Todo, a excepción de los seres humanos, que cada día nos desconectamos más de la naturaleza; depredándola a un ritmo vertiginoso, contaminando el agua fuente de vida, talando bosques, quemando selvas, llenando de cemento el planeta entero y consumiéndose a sí mismos en una frenética carrera para obtener objetos que al poco tiempo se vuelven caducos o inservibles. Hemos olvidado que somos apenas una fibra más de las tantísimas que conforman la trama de la vida.«
La Red de Jóvenes del Chocó Andino de la Mancomunidad del Chocó Andino (MCA), nos comparte su boletín #10. La MCA es una plataforma de coordinación, diálogo y gobierno participativo, conformado por seis parroquias rurales: Calacalí, Gualea, Nanegal, Nanegalito, Nono y Pacto. Los seis Gobiernos Autónomos Descentralizados Parroquiales (GAD’s) decidieron hacer de su unión la fortaleza de este territorio, único, megadiverso, donde se define la cultura campesina y la calidad de vida de sus pobladores en armonía con la naturaleza.
Este es un boletín periódico de la Mancomunidad que incluye temas de: historia, cultura, biodiversidad, agua, sostenibilidad y noticias sobre las actividades y logros. En esta edición que se enfoca en la Red de Jóvenes del Chocó Andinos.
Por: Zora Lea Urech, Kaspar Schmidt y Francisco Medina HELVETAS SWISS INTERCOOPERATION Revista RURAL 21 – Edición Abril 2019
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El aumento y la disminución de las zonas forestales están directamente relacionados a los usos de la tierra. A nivel mundial, los bosques están bajo una creciente presión resultado de actividades como la agricultura y el pastoreo, que se están moviendo hacia las zonas boscosas. Adicionalmente, los beneficios monetarios directos de las zonas gestionadas agrícolamente son, en la mayoría de casos, mucho más altos que los beneficios resultantes de un bosque intacto, al menos a corto plazo.
Una investigación reciente en la India, muestra que la riqueza y la densidad de los árboles nativos en un paisaje (ni demasiados abundantes, ni demasiados escasos) influyen en la polinización de las plantas de café por abejas, por ejemplo, y como resultado, en la producción de café.
El gran desafío de conservar la multifuncionalidad de los bosques implica integrar diversos intereses y usos, de manera articulada dentro de un mismo paisaje; así como, en coordinación con las poblaciones locales, quienes son las directamente afectadas. Estas comunidades dependen, directa o indirectamente, de los bosques, sus servicios y productos; así como, asegurar su alimentación e ingresos.
Ordenamiento sostenible de los bosques y paisajes de Los Andes
A nivel nacional, Perú, el Programa de Bosques Andinos ha venido fomentado la conciencia de los organismos gubernamentales sobre iniciativas locales, a fin de elaborar políticas de ordenamiento forestal más inclusivos y pertinentes. De esta manera, ese se está apoyando la elaboración y aplicación de nuevos enfoques y políticas públicas relativas a los bosques andinos.
La visión de un ordenamiento sostenible del paisaje y su articulación intersectorial (medio ambiente, agricultura, agua) en múltiples niveles (comunal, subnacional y nacional) han sido elementos claves para ilustrar la aplicación de las políticas públicas nacionales a nivel local, y para visibilizar ejemplos concretos de mejoras efectivas a nivel del paisaje que se recomiendan para su reproducción en otras zonas de Los Andes.
Los bosques ya no deben ser considerados de manera aislada al paisaje. Ellos brindan numerosos servicios que se despliegan a través de las interacciones, con múltiples intervenciones de ordenamiento bajo un enfoque de paisaje más amplio. Sin embargo, para desarrollar una estrategia a nivel de paisaje, se necesitan procesos complejos.
Para facilitarlos sin tropiezos, se requiere un análisis a fondo de situaciones a menudo complicadas y de problemas complejos, a fin de comprender las diferentes perspectivas de los agentes con intereses, reivindicaciones e influencia y poder diferentes.
La determinación de compromisos y soluciones exige que acciones y procesos que se aborden de manera concertada; es decir, que se den sobre la base de debates participativos y con múltiples actores, que tengan en cuenta los intereses de las comunidades locales, el sector privado, el sector público, la sociedad civil y los gobiernos. Ello requiere tiempo, recursos y una gran capacidad de moderación, inversión, pero también muchos beneficios.
Revista RURAL 21 – Edición Abril 2019
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Por: Manuel Rodrígez Becerra, Exministro de Ambiente de Colombia
¿Qué podemos esperar de la crisis ambiental después del coronavirus? Todo dependerá de la profundidad que esta pandemia alcance— con sus efectos sociales y económicos—, lo que es aún muy incierto, toda vez que muchas de sus características y poder de propagación solo se están conociendo en la medida que avanza el covid-19.
El peor escenario a nivel mundial es aquel en que se cuenten las muertes por decenas de millones (como reconocidos epidemiólogos lo han señalado), y se enfrente una recesión económica sin precedentes en la historia contemporánea.
Y una recesión a nivel global tendría consecuencias positivas para el cambio climático: mientras esta dure, se disminuiría la emisión de los gases de efecto invernadero (GEI) procedentes del uso de los combustibles fósiles, puesto que el aparato productivo y de transporte dejaría parcialmente de funcionar (una situación que sería algo así como un triunfo pírrico).
En contraste, en Colombia, y en general en los países tropicales, se podría prever un incremento sin precedentes en la deforestación pues, como se sabe, la agudización de la pobreza la aumenta. Y este aumento significaría un aumento en la emisión de GEI que contrarrestaría los beneficios del menor uso de combustibles fósiles pero que estaría lejos de anularlos a nivel global.
«El mejor escenario sería uno en que el virus mute y en realidad se extinga», ha afirmado el Dr. Larry Brilliant, un reconocido epidemiologista; así que hacia julio-agosto la pesadilla habría terminado, un escenario quizá excesivamente optimista.
Y el escenario al que todos los gobiernos aspiran, sería aquel en que las medidas para contener este virus funcionarán a nivel global y la economía comenzará a recurperarse en el segundo semestre de este año.
Para ese entonces, Colombia debería acelerar la retrasada implementación de la agenda ambiental del actual gobierno, en particular, el cumplimiento de los compromisos adquiridos en el Acuerdo de Paríssobre el cambio climático, la lucha contra la deforestación, y el programa gigante de reforestación.
De la pandemia quedarían grandes lecciones para el mundo, y también para Colombia, sobre cómo afrontar el riesgo y la incertidumbre (o cómo no hacerlo), en una época la que, de continuar la débil implementación del Acuerdo de París, el mundo se enfrentaría a múltiples desastres en el mediano y largo plazo cuya magnitud podría ser de tal envergadura que el coronavirus sería recordado como una anécdota.
Pero, en lo que al covid-19 se refiere: ¿El mundo va hacia el peor escenario, el deseado, o el mejor? Aún no lo sabemos. Entre los dos extremos hay muchas posibilidades.
Los miembros de la comunidad campesina de Kiuñalla, el año 2015, en asamblea general, decidieron conservar y restaurar sus bosques con la finalidad de mejorar la provisión del servicio ecosistémico hídrico.
La mencionada comunidad está ubicada en el distrito de Huanipaca, de la provincia de Abancay, del departamento de Apurímac en la República del Perú, a un nivel altitudinal promedio de 2955 msnm.
De acuerdo a los estudios de línea base, la comunidad dispone de aproximadamente 600 ha de bosques alto andinos, principalmente Bosque Altimontano Pluviestacional de Yungas, las especies más abundantes en este bosque son: “upa ccalato” (Badilloa sphagnophila), “unka” (Myrcianthes oreophila), “palta palta” (Ocotea multinervis), “panti” (Viburnum aff. Reticulatum) y “yanale” (Critoniopsis pycnantha).
La población manifiesta que las especies más importantes para la capción de agua son: Lambras (Alnus acuminata), Layán (Sambucus nigra), Pisonay (Erythrina falcata), Chamchi (Weinmania sp.), Quisa quisa (Phenax sp.), Yareta (Smallanthus parviceps) y Yoroma (Morella pubescens). En relación a la vulnerabilidad de los bosques al cambio climático, dentro del territorio de la comunidad, está en un rango de baja a intermedia, dependiendo del tipo de escenarios base. Con la finalidad de realizar un seguimiento a los cambios que generan las acciones de restauración, se han instalado parcelas de monitoreo de la vegetación, así como un sistema de monitoreo hídrico.
Una de las primeras acciones desarrolladas fue la valorización de los bienes y servicios disponibles en la comunidad, mostrando la existencia una amplia variedad en el flujo de bienes y servicios que beneficia a la comunidad y le agrega valor al bosque en restauración. Los comuneros priorizan el agua (para riego y consumo), leña, miel de abejas, forraje, belleza escénica, plantas medicinales, frutos, madera, fibras, entre otros. Estos bienes y servicios valorizados a través de varios métodos de valoración (mercado, costos evitados, costo de oportunidad, entre otros) dieron como resultado que el bosque en restauración aporta a la comunidad US$ 123,000/año.
También la comunidad ha elaborado su plan de vida, así como un plan de restauración, que lo está implementando con apoyo de SERFOR, CEDES, Programa Bosques Andinos de COSUDE, entre otros.
El éxito logrado por la comunidad en iniciar el proceso de restauración de sus bosques y el esfuerzo que esto representa, está siendo compensado por la plataforma REGENERA, que aporta mensualmente para darle sostenibilidad a las acciones.
En esta segunda fase del programa, ya viene siendo apoyando en la réplica y escalamiento. este piloto.
Se creían en declive en Sudamérica, pero recientes registros sugieren que su número está creciendo en Ecuador.
Foto de Pete Oxford / Minden/NPL
El bosque nublado de Maquipucuna, a dos horas Quito, alberga cada año a osos andinos que durante unas semanas se reúnen para saborear aguacates nativos que maduran en la cima de los árboles. Es una fiesta que ha sorprendido a más de un ecologista y poblador.
Según algunos investigadores, esta pequeña comunidad viene creciendo, desafiando la tendencia de una especie vulnerable en declive en toda Sudamérica. La reunión, similar a la de los osos pardos en Alaska o Canadá, está poniendo de cabeza lo que los expertos saben sobre esta criatura, normalmente solitaria.
Gráfica de The Guardian
Hace mas de 30 años, Rebeca Justicia creó la Fundación Maquipucuna junto con su esposo Rodrigo Ontaneda. Persuadir a las comunidades locales en dejar las las prácticas de la ganadería y la explotación maderera, fueron sus primeras acciones; así como promover la protección de la región del Chocó-Andino Pichincha, declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco en 2018.
«Cuando comenzamos nuestro proyecto, era muy difícil ver un oso«, menciona Justicia. «Escuchábamos, más como anécdota, que habían osos en la zona y que la gente los cazaba«. Desde el 2008, cuando vieron su primer oso andino, señalan haber registrado 40 osos diferentes, basados en fotografías tomadas en la reserva de Maquipucuna, de 6.500 hectáreas.
Por otro lado, Santiago Molina, experto en osos de la Universidad San Francisco de Quito, ha realizado un estudio propio sobre el número de osos en una región de 65.000 hectáreas, dentro del distrito metropolitano de Quito. Su análisis de las cámaras trampa le ha llevado a una estimación de alrededor de 65 osos en toda la región, un área que incluye Maquipucuna pero 10 veces más grande.
Molina es escéptico respecto de las cifras registradas por Justicia, aunque en el 2009 registró 19 osos en la reserva, 15 de ellos avistados en solo dos meses del 2017. Sin embargo, pese a estas buenas cifras, está preocupado por la proximidad de las poblaciones humanas.
Foto de Cyril Ruoso/Biosphoto/Alamy
El trabajo de Molina condujo a la creación del Corredor del Oso Andino por el Gobierno de Quito para proteger su hábitat. «Está cambiando todo el concepto de los osos de anteojos. Hace cinco años, la gente no creía que hubiera osos en esta zona, en el Corredor de Quito. Antes, los osos que estudiamos estaban en las tierras altas, en los pastizales, no en los bosques, y se creía que eran animales solitarios».
Revisa la nota completa de The Guardian (en inglés) AQUÍ
Recientemente estuvimos en Colombia y Ecuador para cumplir y articular unas serie de acciones y compromisos.
Colombia es un país con vocación forestal, siendo el tercero de Suramérica con mayor área de bosques y mas de 50 millones de hectáreas de bosque natural, lo que equivale al 52.2% de su territorio (MINAMBIENTE). Gracias al compromiso y la articulación de acciones, en el marco del Pacto por los Bosques de Antioquia, el Programa Bosques Andinos (PBA) se encuentra presente en este hermano país, con sede en Antioquía.
Antioquía. Foto: Nicolás Villaume
Recientemente, en una serie de actividades entre Bogotá y Medellín y posteriormente en Quito – con el fin de reafirmar los lazos de colaboración y participación de las entidades socias con incidencia política – alcanzamos los siguientes resultados, acuerdos, acciones y compromisos:
1) Evento internacional: Oportunidades de inversión privada en la restauración de tierras degradadas, con enfoque de paisaje desde el sector agropecuario
Realizado el 3 y 4 de marzo en Bogotá, con el objetivo de identificar oportunidades de financiamiento a través de inversiones de impacto en restauración; así como, de compartir experiencias de Colombia y Latinoamérica. El evento fue organizado por la Iniciativa 20×20 y la Mesa Nacional Asesora de Restauración, con el apoyo de la WRI, IICA, 3erPlaneta, BMU Alemania y el Ministerio de Ambiente de Noruega.
Desde el Programa Bosques Andinos, se gestionó la participación de una especialista de la Dirección de Cambio Climático y Desertificación del Ministerio del Ambiente del Perú, el Director General de Gestión Sostenible del Patrimonio Forestal y de Fauna Silvestre del SERFOR Perú, y la Subsecretaria General de Gobernanza y Gobernabilidad de la Vicepresidencia de Ecuador; además de ser parte de las discusiones sobre el impacto sobre la restauración de tierras con enfoque de paisaje (esto, tomando como ejemplo a Colombia).
Por otro lado, respecto a los acuerdos, WRI ha comprometido su total apoyo para su logro, al igual que HELVETAS Perú y CONDESAN, socios técnicos de la Iniciativa 20×20.
2) Feria Internacional del Medio Ambiente:
Evento que se organizará del 3 al 6 de junio, con un día destinado al Día Internacional de la Biodiversidad. Se espera que sea un espacio en la cual, las más de 30 Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible, se reúnan para socializar experiencias, articular acciones y establecer acuerdos de cooperación que muestren resultados concretos en torno a la gestión forestal del país y, en especial, de los bosques andinos.
El Programa Bosques Andinos viene gestionando la presencia de experiencias de restauración forestal y ecológica de Ecuador, Perú y Colombia, para que estén presentes en la feria; así como, de representantes gubernamentales del sector forestal.
3) Comité Nacional para la Restauración en Ecuador:
Se ha iniciado un proceso hacia la conformación de una plataforma de articulación que apoye los procesos en marcha enfocados en la conservación y restauración de bosques.
Desde la Vicepresidencia de la República del Ecuador se está promoviendo este mecanismo de diálogo intersectorial, con la participación de agencias del sector público, actores privados, academia y la sociedad civil.
El Programa Bosques Andinos es parte de este proceso contribuyendo con lecciones aprendidas en sus actividades de gestión de conocimiento, implementación y validación de prácticas de manejo sostenible de la tierra, y el fortalecimiento de sistemas de gobernanza a distintas escalas en Ecuador.
4) Declaración Conjunta de Interés “Pactos por los Bosques Andinos”:
Se está coordinando a nivel de los países andinos, la firma de una Declaración Conjunta de Interés para la protección, conservación y restauración de los bosques de montañas en Ecuador, Colombia, Perú y Chile, países que ya han confirmado y ratificado el interés de firmar este importante acuerdo. Esto viene siento coordinado también con la Iniciativa Andina de Montañas.
5) Acuerdos con el Comité Técnico del Observatorio de Bosques de Antioquía:
Espacio que permitió la presentación de las actividades de la fase de transición*; así como, el compromiso de los socios del PBA en Antioquia.
*Se ha denominado Fase de transición a la finalización administrativa de las actas de la Fase I, dando inicio a la planeación de la Fase II con:
El Foro Bosques y Cambio Climático para candidatos a alcaldías, gobernación, consejos municipales y asamblea departamental y
La ejecución del convenio suscrito entre Corantioquia y el Jardín Botánico, así como, el contrato entre AMVA y Masbosques.
El comité también logró avanzar en el interés del Ministerio del Ambiente de Colombia y el Instituto Alexander Von Humboldt, en trabajar articuladamente en el Proyecto Colombia Sostenible, el fortalecimiento del proceso a nivel global, en el Plan de Desarrollo Nacional, discutir en torno a una necesaria estrategia de monitoreo de bosques de montaña en Parque los Nevados, Tota y Puracé, y en la participación en el Congreso de Restauración en junio, que se llevará a cabo en Santa Marta.
Orquídeas de los Bosques de Antioquia
Observatorio de Bosques de Antioquia (O.B.A) nace del Programa Bosques Andinos que forma parte del programa global de cambio climático de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), facilitado por el consorcio Helvetas Perú – Condesan, y ejecutado en Antioquia gracias al Pacto por los Bosques y a un convenio interinstitucional entre El Jardín Botánico de Medellín, la Corporación Masbosques, Empresas Públicas de Medellín, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y CORANTIOQUÍA.
6) Consolidación de la estrategia de monitoreo integrado de ecosistemas altoandinos de Colombia
El PBA está trabajando en colaboración con el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt y el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) en la articulación de una estrategia de monitoreo que integre dimensiones ecosistémicas y socioeconómicas para caracterizar el estado de conservación de páramos y bosques Andinos. Se ha culminado el proceso de diseño de las bases científicas y metodológicas de la propuesta. Actualmente se está definiendo de forma conjunta la mejor estrategia para implementar y validar el esquema de monitoreo integrado, en un proceso articulado a la reglamentación de la Ley de Páramos de Colombia.
El Programa Bosques Andinos, iniciativa implementada en los países andinos, forma parte del Programa Global de Cambio Climático y Medio Ambiente de la Cooperación Suiza COSUDE, y es facilitado por el consorcio Helvetas Perú – Condesan.