Los bosques andinos

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©Jan R. Baiker

Los bosques Andinos y el Cambio Climático


Los bosques pueden contribuir a reducir la vulnerabilidad de los ecosistemas e incrementar resiliencia, por tanto contribuir con la adaptación al cambio climático. De otro lado, los bosques contribuyen a mitigar el cambio climático si se reconoce su rol como reservorios de carbono y el potencial de captura de gases de efecto invernadero. Es importante que se considere y reconozca este doble rol de los bosques cuando se definan estrategias de conservación y manejo sostenible. Sin embargo, si a futuro se espera un incremento de la temperatura media global (2-4 °C), ello supone riesgos sobre la existencia de los bosques, y sobre su rol y potencial para la adaptación y mitigación del cambio climático. De ahí la importancia de actuar hoy, y en este sentido avanzar en comprender de qué manera los bosques Andinos contribuyen con la reducción de vulnerabilidad y al mismo tiempo con la mitigación del cambio climático, y de qué manera se integran estos elementos en las estrategias y políticas de cambio climático y gestión de recursos naturales en los países de la región.



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Sin embargo, en los esfuerzos globales para hacer frente al cambio climático, se sigue discutiendo sobre la adaptación y mitigación del cambio climático de manera separada y con poca articulación al contexto de los países andinos. Ello se refleja en las inversiones dispersas, definición de estrategias impulsadas en los países con una mayor orientación hacia los bosques en tierras bajas. Sin embargo, a partir del 2011, ha crecido el consenso y demanda desde los países andinos por buscar mecanismos que exploren y fortalezcan estrategias integrales en la definición de las políticas a diferentes niveles (local, nacional y global), buscando sinergias entre la adaptación y la mitigación. En este sentido, el manejo sostenible de los recursos, sobre todo en los ecosistemas frágiles, es un aspecto clave para definir esta visión integral. Ello exigirá contar con un mayor conocimiento sobre los bosques andinos, y su relación con el cambio climático, para lograr un mayor reconocimiento y priorización del trabajo en bosques de montaña en el debate internacional sobre cambio climático.


Adicional a los impactos del cambio climático, en los países Andinos, los procesos de intervención antrópica han ejercido gran influencia en la aceleración o reducción del ritmo de deforestación y degradación de los bosques Andinos.  Es así que a nivel global se resalta la importancia y las dificultades de preservar los bosques nativos y, mediante el manejo forestal sostenible y la restauración de ecosistemas, encontrar un equilibrio entre la conservación y el uso para garantizar toda la gama de la contribución de los bosques en los planos económico, social y ambiental.

Los bosques Andinos cumplen un rol clave en la provisión de bienes y servicios ecosistémicos: regulan el clima y el suministro de agua, atenúan las inundaciones y las sequías, mitigan las emisiones de GEI y mantienen los hábitats que permiten la permanencia a largo plazo de la biodiversidad. Sin embargo, presentan vacíos de información importantes en comparación con otros ecosistemas forestales (p.ej. bosques de tierras bajas). Estos vacíos se deben, en parte a la complejidad de estos ecosistemas, y a los diferentes disturbios tanto naturales (p.ej. deslizamientos) como antrópicos (p.ej. deforestación y degradación) (Cuesta et al. 2012) que presentan. Adicionalmente, la interacción entre el cambio climático y las dinámicas de cambio de cobertura y uso de la tierra (CCUT) implicarán impactos diferenciados sobre la estructura y funcionamiento de estos ecosistemas y el bienestar de los pobladores andinos vinculados a los bienes y servicios que estos generan (Peralvo et al. 2012).

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En este contexto, el entendimiento de los beneficios derivados de los bosques y su papel en la economía local y nacional se hace imprescindible, ante la creciente necesidad de desarrollar estrategias nacionales amplias, que involucren a los bosques como sectores estratégicos de la economía, no solo por el uso comercial de sus componentes, sino por su potencial en la mitigación del cambio climático y en el desarrollo de acciones locales de adaptación. Así, el rol de los bosques andinos en la adaptación y mitigación es sumamente relevante, de manera que se logre incrementar la resiliencia de las poblaciones y los ecosistemas, integrados en un contexto de promoción del desarrollo sostenible.

Sistemas Ecológicos en los Andes y Biodiversidad

La región Andina presenta una elevada diversidad de ecosistemas resultante de la interacción de procesos biofísicos a escalas continentales, subregionales y locales. Josse et al. (2009) identificaron 133 ecosistemas en los Andes del Norte y Centro que incluyen ecosistemas arbolados y no arbolados bajo regímenes bioclimáticos que van de xéricos a pluviales. Esta diversidad de condiciones va de la mano con un conjunto heterogéneo de paisajes y regímenes de uso de la tierra que modifican y transforman los ecosistemas Andinos bajo diversos contextos sociales, económicos, institucionales y tecnológicos. Los ecosistemas de bosques Andinos juegan papeles clave en estos paisajes en procesos que mantienen la biodiversidad, capturan y conservan carbono, regulan y aseguran la provisión hídrica entre otros.

Los patrones de diversidad de los bosques Andinos varían con la elevación, como gradiente estructurante principal. La estructura y composición de los bosques andinos en montañas tropicales grandes alejadas del litoral bajo los 1200-1500 m de elevación es similar a la de los ecosistemas de bosques de tierras bajas. Sobre esa elevación, tanto la diversidad como la altura del dosel disminuye y las comunidades de epífitas y musgos aumentan en diversidad y biomasa (Scatena et al. 2010). En la vecindad de la línea superior del bosque, la diversidad también es menor, ocurriendo en algunos casos parches mono específicos.

Los atributos principales de la biodiversidad de los bosques Andinos son el alto nivel de recambio en el gradiente altitudinal y su gran importancia en relación a riqueza y endemismo en relación a la limitada área que estos cubren (Cuesta et al. 2009).

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Procesos Clave del Bosque Andino

©Jaime Valenzuela
©Jaime Valenzuela

La elevada diversidad y endemismo de los Bosques Andinos tiene origen en procesos históricos a distintas escalas que se manifiestan en gradientes de latitud, elevación y estacionalidad hídrica (Kessler et al. 2011). Los procesos principales que han generado esta diversidad incluyen la orogenia compleja de la cordillera, el intercambio de biotas con América del Norte a través del istmo de Panamá y la fragmentación de poblaciones y subsecuentes procesos recientes de radiación y especiación asociados a los cambios climáticos del Pleistoceno (Tejedor et al. 2012; Cuesta et al. 2009). Los persistentes vacíos de conocimiento sobre la ecología base y biogeografía de estos bosques resaltan su importancia para la investigación y conservación de filogenias, procesos evolutivos únicos, recursos forestales maderables y no maderables y recursos genéticos que pueden ser clave para especies de plantas cultivadas (Abrahamczyk et al. 2014; Young y Leon 1999).

Otro patrón importante en relación a la funcionalidad de los bosques andinos para la mitigación del cambio climático es la distribución relativa de contenidos de carbono en la biomasa aérea y en el suelo. En los amplios gradientes de elevación cubiertos por los Bosques Andinos, se observa que la biomasa aérea (y los contenidos asociados de carbono) disminuye con la elevación, con una importante contribución de carbono orgánico en suelos (Girardin et al. 2014; Spracklen y Righelato 2013). Se ha encontrado que el carbono almacenado en ambos compartimentos puede variar entre 130 y 200 Mg C ha-1 (Girardin et al. 2010; Gibbon et al. 2010) aunque existe una alta variabilidad en función de factores de meso escala como régimen climático, pendientes, suelos y tipos de ecosistemas.

Uno de los procesos ecosistémicos clave en cuanto a la provisión de beneficios para las poblaciones que viven en la cercanía de paisajes de bosques Andinos es la provisión y regulación de agua para distintos usos.

La significancia hidrológica de estos ecosistemas, especialmente en el caso de los bosques nublados, nace de la interacción entre la lluvia horizontal, la vegetación rica en epífitas y el rol de la misma en la captación y regulación de agua dentro del ciclo hidrológico. Esto hace que la elevación a la cual el enfriamiento de las masas de aire húmedo provenientes de las regiones bajas ocurre, y la formación de nubes es persistente, sea un atributo importante tanto en la estructuración de los ecosistemas de bosques nublados (especialmente bajo regímenes pluviestacionales y xéricos) como en la hidrología de las cuencas que contienen estos bosques (Bruijnzeel 2001). Los servicios de provisión y regulación de estos ecosistemas se ven ampliados por una combinación de baja transpiración desde la vegetación, el de almacenamiento de agua en la abundante horajasca y musgos y la alta capacidad de infiltración de los suelos (Tobon 2009).

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Usos de recursos y amenazas

Los modos o medios de vida locales y sus regímenes asociados de uso de la tierra interactúan con los efectos del cambio climático a escalas locales a Andinas para generar impactos significativos sobre los bosques Andinos. A nivel local y de paisaje, los usos extractivos del bosque combinados con la conversión de ecosistemas hacia usos agrícolas y pecuarios generan las amenazas más extensivas a corto plazo para los bosques Andinos. Las causas subyacentes de estas dinámicas están asociadas a cambios relacionados con articulación a mercados nacionales e internacionales, diversificación de actividades económicas en áreas rurales, vínculos urbano-rurales y otros procesos políticos, económicos e institucionales comunes en los Andes y otras regiones en desarrollo (Ellis 2000). Los mosaicos actuales de uso de la tierra y remanentes de bosques Andinos forman parte de un proceso de ocupación del territorio y expansión de la infraestructura vial en marcha desde tiempos pre-coloniales (Young y Leon 1999).

©Bosques Andinos
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A los efectos locales y de meso escala de las dinámicas de cambio de cobertura y uso de la tierra se añaden los impactos del cambio climático sobre la distribución, estructura y funcionamiento de los ecosistemas de bosques Andinos.

©Jan R. Baiker
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A nivel global se reconoce que la biota de ecosistemas de montaña, especialmente especies de alta montaña en el Neotrópico, es particularmente sensible a los efectos del cambio climático. Este patrón responde a restringidos rangos altitudinales y térmicos de distribución, altos requerimientos energéticos y la potencial contracción de sus distribuciones de estas especies debido al aumento de temperatura (Laurance et al. 2011). El cambio climático puede generar impactos negativos en los bosques Andinos mediante cambios en patrones de precipitación, humedad, temperatura superficial, disponibilidad de luz, frecuencia de cobertura nubosa, entre otras variables bioclimáticas clave. Esto genera cambios en patrones de fijación de carbono de las plantas, mortalidad y tasas de regeneración de muchas especies (Boehmer 2011).

Muchos de los impactos del cambio climático sobre los bosques Andinos estarán mediados por procesos ecológicos complejos y poco estudiados.

Se han documentado cambios importantes en la composición de las comunidades de bosques Andinos asociados a cambios en la temperatura en la última glaciación (Cárdenas et al. 2011). Un factor importante es la capacidad de las especies de migrar a la par de sus nichos bioclimáticos, lo que está relacionado con procesos de mutualismo, competición, disponibilidad de recursos clave, entre otros. El tipo de especies que conformen estas comunidades nóveles en los bosques Andinos también estará influenciado por las variaciones concomitantes en los ecotonos (p.ej. la línea de bosque) y como los mismos pueden convertirse en barreras selectivas para la migración de ciertas especies (Lutz et al. 2013; Young y Leon 2007).

Nothoprocta pentlandii
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Los vínculos y retroalimentación entre los impactos del cambio climático y los cambios de cobertura y uso de la tierra son complejos.

©Jan R. Baiker
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Los sistemas socioambientales asociados a paisajes de bosques Andinos sufrirán un contexto de vulnerabilidad complejo, y la capacidad adaptativa tanto de los modos de vida locales como de las especies en los ecosistemas de bosque se traducirán en patrones heterogéneos de impactos. Para las poblaciones humanas, es importante entender los patrones de acceso a recursos clave, el rol de las opciones de acción colectiva para facilitar (o dificultar) adaptación y la influencia de procesos a escalas macro tales como cultivos ilegales en la estructuración de las decisiones de uso del territorio (Cavelier y Etter 1993; Young y Lipton 2006). La persistencia de especies y comunidades naturales (y los beneficios que estas generan) dependerá tanto de sus características intrínsecas como de la efectividad de las acciones de respuesta de los pobladores Andinos (Young et al. 2010).

Problemas prioritarios

Los problemas identificados a continuación representan puntos de entrada a los mecanismos de amenaza y presión sobre los bosques Andinos. No se trata de un ejercicio de priorización debido a que la importancia relativa de estos procesos y su nivel de complejidad dependen de la escala y de la especificidad de los procesos de gobernanza ambiental, acceso y uso de recursos. De igual manera, los problemas discutidos se relacionan entre sí, amplificando en muchos casos los impactos sobre los ecosistemas de bosques Andinos y las poblaciones de usuarios y manejadores de sus recursos.

©Verónica Gálmez
©Verónica Gálmez

Conversión y degradación de ecosistemas

No existen estadísticas regionales robustas sobre procesos de deforestación, cambio de cobertura y uso de la tierra y degradación de ecosistemas forestales Andinos. Los reportes de los países Andinos a veces no incluyen análisis específicos para los bosques Andinos o utilizan definiciones no consistentes para estos ecosistemas a escala regional. Sin embargo, existe evidencia de que en ciertos contextos de cambio demográfico, político y económico, la deforestación afecta de forma desproporcionada a estos ecosistemas en comparación a procesos en bosques de tierras bajas (Etter y van Wyngaarden 2000). La pérdida de conectividad altitudinal y horizontal en estos ecosistemas genera impactos importantes para especies con rangos restringidos, endémicas o especialistas (Young 1998).

Cambio climático

La alteración de la distribución geográfica y temporal de variables bioclimáticas clave plantea amenazas importantes para la persistencia de las comunidades bióticas en los bosques Andinos. El conocimiento de procesos ecosistémicos clave relacionados con la capacidad de migrar y adaptarse a condiciones nóveles de las especies Andinas es escaso y fragmentado. Existe evidencia de que las interacciones entre cambio climático y cambio de cobertura y uso de la tierra afectará de forma diferencial a ciertas especies en función de sus características ecológicas (Martin et al. 2011; Young y Leon 2007). Estos cambios en la composición y estructura de los ecosistemas de bosque tienen implicaciones para la capacidad de los mismos de proveer bienes y servicios ecosistémicos, especialmente los relacionados a mantenimiento y captura de carbono y provisión y regulación hídrica (Tobon 2009).

Vacíos de conocimiento sobre sistemas socio-ambientales

En ambientes de montaña en general, y particularmente en los Andes, persisten vacíos de conocimiento sobre el funcionamiento de ecosistemas, sistemas sociales y los procesos que los vinculan. El alcance geográfico y temático de estos vacíos de conocimiento es variado, pero pueden identificarse algunos temas clave en el contexto de las necesidades de promover sinergias entre adaptación y mitigación frente al cambio climático en paisajes de bosques Andinos:

Carencia de series temporales largas de observación de procesos clave relacionados con la hidrología, clima, biodiversidad y uso de la tierra a múltiples escalas.

Dimensiones institucionales de los sistemas modos de vida en bosques Andinos, especialmente en relación a respuestas de acción colectiva frente a amenazas asociadas a procesos sociales y ambientales.

Vínculos entre prácticas de manejo sostenible del territorio y provisión de bienes y servicios ecosistémicos clave.

Patrones de demanda de bienes y servicios ecosistémicos y conexión entre actores en territorios a través de externalidades asociadas a regímenes de uso de la tierra (p.ej. agricultura – riego – contaminación por agroquímicos).

Viabilidad social y económica de alternativas productivas sostenibles, incluyendo agricultura baja en carbono y diversificación de actividades económicas a otros sectores.

Desarrollo de herramientas de observación de procesos sociales y ambientales adecuadas a la heterogeneidad de los paisajes de bosques Andinos (Echavarria 1998).

©Jan R. Baiker
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Esquemas de gobernanza poco efectivos

Un componente clave de cualquier estrategia de manejo sostenible de paisajes y ecosistemas de bosques Andinos en contar con esquemas de gobernanza que faciliten la articulación, comunicación y coordinación de actores con distintos objetivos, roles, intereses y capacidades. En este sentido, todavía se conoce poco sobre los factores que promueven respuestas exitosas de manejo sostenible de ecosistemas y los beneficios que estos generan, incluyendo pero no limitándose a percepciones de escasez, características de los grupos de usuarios (p.ej. heterogeneidad, dependencia de recursos, conflictividad interna), y características de los recursos (p.ej. distribución espacial, valor económico) (Ostrom 2009; Oldekop et al. 2012). En un contexto de descentralización de la gobernanza ambiental en los Andes, se vuelven más críticas las necesidades de caracterizar y superar retos asociados a coordinación entre actores en distintos niveles de gobernanza (p.ej. gobierno central y gobiernos locales) y entre actores al mismo nivel de gobernanza.